Aprendiendo a envejecer
Mientras escribo esto me acompañan los ronquidos de Cooper, mi banda sonora preferida (hasta que hay que hacerle el clásico chasquido de lengua para que baje revoluciones porque no puedo oír ni mis ideas…)
En este mundo del: está muy bien para su edad, cremas antienvejecimiento, ampollas efecto flash y todas las herramientas posibles para retrasar las huellas de la vejez, algo imposible por otra parte, me encuentro dándole pastillas para la artrosis a mi perro y sumando canas con él.
Es la perla negra, siempre lo ha sido. Un labrador negro tizón maravilloso que llegó a mi vida cuando tenía cuatro meses. De eso han pasado ya 11 años, justo ayer fue su cumple. Podéis felicitarle ;) y enviarle cajas de cartón, su entretenimiento más placentero. Luego el mío, que tengo que ir recogiendo trocitos de papel pegados al suelo por toda la casa…
Siempre he tenido perro y siempre he estado muy pendiente de ellos. Con Cooper es recíproco. Es mi sombra. Me acompaña allá donde voy. A veces intento moverme despacito para no despertarle porque si lo hago, se viene conmigo aunque sea a esperar en la puerta del baño.
Cuando me da el ataquín de ordenar y empiezo a andar por la casa, entrando y saliendo de habitaciones llevando cosas de un sitio a otro veo su cara de: ¿ahora tengo que ir detrás de ella a todos estos lados? Porque en cuanto se tumba en una puerta le toca ir a otra… Y cuando ve que eso va a pasar, ahora, que ya es perro viejo (nunca mejor dicho), se tumba en un punto estratégico donde me ve ir y venir, como si fuera su palco.
Siempre pegado. Incluso en los paseos. Hay gente que llega al parque, suelta al perro y el perro se vuelve loco a correr. Yo llego, suelto a Cooper y si me siento, se sienta a mi lado… Así que tengo que andar y andar. Yo encantada porque es su momento. Una vez leí que el paseo con tu perro es una conversación entre los dos. Así que los que estáis paseando al perro y vais con el móvil, tiráis de la correa sin saber ni siquiera si ha acabado de oler o de lo que sea, pues qué pena. Os estáis perdiendo momentos maravillosos, conversaciones privadas entre él y tú.
Siguiendo con este paseo, si ve un perro que corre en círculos, él no le persigue, se espera a que pase por su zona para jugar con él. Listo es un rato. Guarda sus energías para encontrar palos en medio de la ciudad y llevarlos a casa siendo el espectáculo de todas las terrazas por las que pasamos.
Porque él pasa, da igual lo largo que sea el palo. Si tiene que arrastras una silla lo hace o engancharse en la falda de alguien (ha pasado), se engancha, o arañarme con el palo porque no controla la longitud. Hasta entrar en el ascensor haciendo mil cálculos. Pero él no suelta su palo.
Tiene un club de fans. Ayer que, como os decía, fue su cumple, una vecina le subió dos regalazos. En la cafetería de la esquina cada mañana tres señoras le saludan efusivamente y Cooper va una por una desplegando sus encantos, y luego está la técnico de la limpieza que se vuelve loco cuando la ve. La consecuencia: cuando ve el uniforme y el carro de cualquiera de ellas va contento pensando que es su amiga y tengo que ir explicando que una compañera suya le saluda y todo el rollo… Porque no deja de ser un perro grandote y negro que va cara a ti… Adorable, pero grandote.
Está mega cuidado, como considero que no puede ser de otra forma, y visitamos su veterinaria lo justo aunque a él le encante ir. Hemos tenido sustos por glotón que han acabado en una vomitona y 300€ menos y alguna cosa más como la artrosis que está muy controlada. Pero claro, ya vas viendo que anda mucho mucho mucho más lento que antes, ya no salta a la cama o al sofá y juega corriendo por la casa pero menos tiempo.
Y, para mí, está siendo un aprendizaje increíble. Según la actividad que vamos a hacer, si va a ser más ajetreada de lo normal le doy una pastilla (dada por la veterinaria eh) que es como nuestro ibuprofeno. Y así le voy regulando. Me siento mega poderosa.
Hay cosas que ya no hacemos como llevarlo al monte toda la mañana porque luego al día siguiente no puede andar mucho y está muy cansado. Dosificamos las salidas, muy pendiente de que todo esté cerquita para que él llegue y disfrute.
Muchos de vosotros seguramente habréis tenido personas mayores a vuestro alrededor, habréis cuidado de ellas y habréis visto cómo van envejeciendo. Yo por unas circunstancias o por otras, no. Con lo que Cooper es mi maestro en esto. Disfruto cada día porque como buena persona con ansiedad anticipatoria creo que de sus 11 años, 10 años y medio he pensado que en algún momento ya no estará. Antes me moría de la pena, ahora también pero soy mucho más consciente de cada momento disfrutado con él. Y que cuando se vaya estaré ahí (espero) y habremos tenido una vida juntos perfecta. Hasta ahora así está siendo.
No puedes evitar que le duela una pata, no puedes evitar que le salgan canas, no puedes evitar que en lugar de 12 horas duerma 20 :) Pero ¿porqué hay que evitarlo?
¿No deberíamos nosotros aprender y a asimilar el paso del tiempo?
Es algo nuestro, de ahora, de esta sociedad que queremos eliminarlo todo. Y hay cosas que no se pueden evitar con lo que nos gastamos el triple de dinero, nos esforzamos muchísimo en frenar lo irrefrenable. Creo que es mucho más práctico y lógico disfrutar de cada etapa, acompañar en la vida y estar acompañada.
Asumamos: no podemos controlarlo todo. Pero sí podemos disfrutarlo. Como dice el meme: asumimos y seguimos.
Como bonustrack os comparto otra foto de Cooper de ayer mismo feliz con su caja de regalo:
👸🏻 Bienvenidas a mi reino: en Madrastra sin hijos hablo con Aina Buforn de @ser_madrastra
Conexión madrastril. Aina fue hijastra y como ella cuenta, con un divorcio de alto conflicto. Más tarde era ella la madrastra, de dos niños: uno de dos y otro de ¡nueve meses! Madre después y con mucha experiencia a sus espaldas empezó a escribir un blog y buscando, buscando encontró a Berta de @ser_madrastra y entre las dos crearon su comunidad que cada día crece más. Nos cuenta que es su segunda historia de amor.
Visita el reino, Aina Buforn.
🎙 Escúchalo en tu plataforma de audio favorita o lo puedes ver en Youtube 🎥
💌 Y si conoces a alguna madrastra que quieras que entreviste ¡escribidme a madrastrasinhijos@gmail.com que la invito al reino! 🎤