Nueva vida
¿Habéis tenido alguna vez la sensación de llevar una mochila muy pesada y de que cada paso sea una hazaña inalcanzable?
Paco y yo fuimos socios antes que nada y al minuto nos hicimos amigos y a los dos minutos éramos como hermanos. Ahora ya no somos socios pero sigue siendo mi hermano. Hemos pasado de todo. Hemos emprendido, vivido juntos en Madrid y crecido como la espuma profesionalmente, entre millones de cosas más.
Que estuviera en la empresa que montamos fue un colchón para mí. Era como tocar mare. Sobretodo porque tenía el mismo porcentaje que yo y a mí, que los números se me dan fatal, cuando hablábamos de que entraba no sé quién como inversor y nos teníamos que diluir, él calculaba, me miraba y me decía al oído: nos quedamos con este porcentaje, Clarita. Y si él lo veía bien, yo me quedaba tranquila. Porque Paco es corazón puro. No tiene ni trampa ni cartón.
Puede debatir horas y horas, en serio, lo he visto, hasta encontrar la manera de programar algo de la mejor manera posible y más rápida. Si detecta que va a hacer algo más de tres veces, lo programa para tener que hacerlo una y que las siguientes vaya solo. Una persona práctica donde las haya.
Pero no os penséis que por ser programador y sumamente inteligente es alguien frío y distante porque donde esté Paco hará calorcito, os lo digo. Da abrazos que abrigan y es capaz de captar a la primera si tengo un cabreo monumental sólo por cómo salgo de una habitación.
Igual que nuestra carrera subió y subió, nuestra salud mental cayó como un castillo de naipes. Igual que fuimos socios, hemos compartido psicóloga (Esperanza, te queremos). Él daba dos pasos hacia delante y yo daba uno. Luego dimos pasos hacia atrás y hacía adelante como si la vida fuera bailar el “No rompas más mi pobre corazón” de Coyote Dax.
Y ahora Paco está dando un paso gigante. Y como os decía que bailamos juntos en esta vida, esta Navidad en una cena dijo: La única que me obliga a hacer las cosas es Clarita. Cuando trabajábamos juntos me decía “Paco, en tres semanas das una charla para tanta gente sobre este tema en tal sitio” Y no preguntaba si la quería dar o no. Y yo iba y daba la charla. (Y triunfaba, he de decir)
Así que me vine arriba, porque no hay nada que me guste más que ordenar y organizar. Un excel, un calendario muy básico y toda la ilusión del mundo puestos al servicio de Castillosa (Paco hasta ahora en esta news). Un empujoncito de nada y él junto con Anita, que menuda partner más buena tiene, están haciendo el resto.
Porque Paco tiene un reto alucinante por delante y tenéis la suerte de que ha decidido contarlo en Youtube y lo podéis seguir casi en tiempo real. Castle Code es su proyecto de vida donde va contando su nueva vida y de cómo se ha propuesto perder 50 kilos y montarse un gimnasio en casa. Cómo ha llegado hasta aquí te lo cuenta él mismo:
Y yo celebro así la gente maravillosa que he ido encontrando en el camino.
Vilva, ves calentando por la banda que uno de estos newsletters irá para ti.
Menuda suerte tuve…