Recomiendo leer este post dándole al play:
De entre todos los cambios que hemos vivido en los últimos años: pandemia, mascarillas, altas tasas de suicidio infantil y a la espera de que lleguen los extraterrestres, no esperaba vivir la nueva tendencia: la gente que no va a votar.
Cuestión de privilegios, supongo. Sé, y trato de empatizar, que votando no se solucionan nuestros problemas (espero que nadie crea que será así) pero que tendremos menos si votamos según nuestros ideales, sin duda.
Recuerdo la primera vez que voté, lo grabamos en video y todo. Y recuerdo estar cara a la tele viendo el escrutinio pensando que mi voto iba a ser decisivo. Y no. Menuda decepción. Pero aún así pude remontar y concluir que fue decisivo para mí. Y lo sigue siendo.
También recuerdo la primera y única vez que me tocó estar en una mesa electoral. Y, pese a ser un rollo estar todo el día allí, lo disfruté muchísimo. Por aquel entonces seguía empadronada en casa de mis padres con lo que votaba en mi barrio de toda la vida. Y, por supuesto, me tocó ser vocal donde siempre había votado: en los Jesuitas.
Llegué pronto, se formó la mesa y por ella empezó a pasar el barrio entero: saludos, ¿qué tal todo? ¡qué guapa estás! cuánto tiempo, qué tal sus hijos…
Ver desfilar por delante de mí a vecinos, amigos, amigos de mis amigos, de mis padres, familias enteras, dispares seguro en sus votos pero con educación, con alegría de expresarse mediante esa papeleta, fue algo muy bonito.
Como mujer no puedo quedarme en casa. Por mí y por mis compañeras, todas las que estuvieron antes y pelearon porque yo hoy pueda ir y entregar mi voto. Por nuestros padres y madres, nuestros abuelos y por todos aquellos con ilusión y con expectativas de un futuro mejor.
Además ir de manera tranquila, sabiendo que nadie me va a increpar, que voy a poder votar, con mi DNI, en un sistema limpio y que me podré ir a almorzar contenta y con la faena hecha, de eso se trata. Por eso se ha luchado y lo hemos conseguido entre todos, como sociedad unida.
Justo ayer sábado veía Titanic y fue perfecta para verla el día de reflexión: machismo, desigualdad de clases, explotación en el trabajo y tantas cosas que hemos hecho que cambien y debemos seguir haciéndolo. Para rematar el día, vi Criadas y Señoras por enésima vez y para qué os cuento…
Como decía Belén @alo_miami en sus stories, se puede retroceder muchos años en un sólo día y ella lo ha vivido en Estados Unidos.
Ya sabéis, somos la edad del porvenir. Por mí y por mis compañeras.
👸🏻 Bienvenidas a mi reino: en Madrastra sin hijos hablo con Sara Solomando
"Que la madrastra llegara a la vida de mis hijas fue gloria bendita" Y por estas palabras en una conversación con ella decidí que tenía que venir al reino y contarnos su visión como madre de dos hijas que tienen una madrastra que las quiere y las cuida.
Sara tuvo la primera custodia compartida de Extremadura. Nos lo cuenta todo, lo bueno y lo malo. La realidad de una madre separada que vive entre dos ciudades para no descuidar a sus hijas ni dejar de verlas. Bienvenida al reino, Sara Solomando.
🎙 Escúchalo en tu plataforma de audio favorita o lo puedes ver en Youtube 🎥
¡Además el reino se ha trasladado de nuevo al Hotel Emperador! ¡Gracias siempre!
💌 Y si conoces a alguna madrastra que quieras que entreviste ¡escribidme a madrastrasinhijos@gmail.com que la invito al reino! 🎤
You are very great and with that song, as always, I cry... but even without a song, your writing and reflection are tremendous.