¿Podré opinar, no?
Lo que realmente molesta no es que estés más o menos sana. Es que no esté bajo su control el humillarte y el decidir si tu cuerpo es válido o no. Porque si les importara tanto la salud ¿no estarían dando la matraca a sus colegas porque beben? O a la gente del gimnasio que se cicla… O tendrían en cuenta por encima de todo la salud mental. Pero no, quieren su rato de: ¿pero es que no puedo opinar? Y creo que debemos acabar ya con esto: NO. No todo el mundo debe opinar de temas que no sabe.
Escuché el otro día en la radio a un profesor de universidad contar que uno de sus alumnos acerca de una teoría que él estaba explicando, le dijo: no estoy de acuerdo. Y ante la cara de estupor del profesor el alumno le dijo: bueno ¿podré opinar, no?
Y en eso nos hemos convertido. En un país de opinadores SIN información. Esto ha pasado de la calle, de las clases y de las redes a los medios de comunicación. O puede que haya sido al revés. Si consideras que toda opinión es válida ¡ojo! que no estoy diciendo que las personas no sean válidas. Obviamente todas somos válidas y no tengo yo que venir a decir nada sobre eso.
Me refiero a opinar sin datos y de un tema que desconocemos. Podemos aprender a escuchar diferentes puntos de vista. E incluso después de eso, puede, y sólo puede, que nos formemos una opinión. Pero también puede pasar que no. No tenemos que tener una opinión de todo. Incluso ¡alucinad! podemos cambiar esa opinión más adelante.
Volviendo a lo que os decía: los medios. No es que tenga fijación pero que esta semana me he avergonzado más. (Podéis leer mi post Resistir sobre esto)
Si no sabéis de lo que estoy hablando os pongo en contexto: Mara Jiménez @croquetamente_ en redes sociales es activista contra la gordofobia además de actriz, escritora y de tener casi medio millón de seguidores y muchas más cosas.
En la presentación de su segundo libro un chico fue a boicotearle el acto con la clara intención de hacerse viral. Lo que consiguió: hacerse viral, sí. Además de incomodar a muchas personas que asistieron al evento. Algunas de ellas con trastornos alimentarios y con la salud mental delicada. Aunque os diría que desgraciamente esto lo podríamos decir de cualquier acto, en general. Porque estamos todos un poco fatality.
La diferencia es que esta persona, el chico que buscaba casito, increpaba directamente a esta gente preguntándole cosas sobre su trastorno. Qué el no tiene porqué saber qué problema tiene o deja de tener nadie. Pero por eso no podemos seguir viviendo en 2010. Ya sabemos que no debemos preguntar cosas que puede hacer que esa persona se quiera ir del evento, se vaya a llorar a su casa y le hagamos pasar un mal rato o algo mucho peor.
Una vez dentro le hizo preguntas a Mara a las que ella contestó sin problema. Hasta que se olió la tostada y como no soltaba el micrófono le dijo Mara: ¿Bueno y qué propones? Dieta estricta y ejercicio, dijo…
Mara se rió pero detrás de esa risa hay muchas lágrimas soltadas antes por no encajar, por no caber, por no entender.
Mara es una chica joven que está abriendo un camino para las que vienen detrás. Pero Mara no es consciente a lo mejor de todo lo que nos ayuda a las que vamos por delante.
Y este chico, desde su mundo, ha querido opinar sin tener ni idea. Porque su objetivo no era “curar” a esta gente. Hizo mucho más daño. Y no pensó: Un momento, a lo mejor ellas (la mayoría eran mujeres) ya han pensado eso como mujeres adultas que son y con todos los inputs y mensajes que reciben diariamente sobre la pérdida de peso… Mejor no digo nada. Voy a escuchar o me voy a leer el libro a ver si entiendo su punto de vista. NO. Dijo: yo aquí suelto lo mío. Porque recordemos su objetivo: salir en todos los lados.
Y aquí es donde entran en juego los medios. Que hicieron lo mismo que él: opinar sin saber titulando cosas como:
Asistente a conferencia sobre la obesidad desata la polémica por recomendar “una dieta estricta”
Fuerte polémica (bien de clickbait): una influencer contra la gordofobia expulsa a un oyente por dar soluciones a la obesidad.
Y así hay cientos. Hacen exactamente lo mismo: opinan sin conocer nada y se lanzan al ruedo por pillar los clicks cuanto antes. ¿Eso es periodismo? Justo pasó esto y al día siguiente El País celebraba que había llegado a 300.000 suscriptores. No he encontrado ningún titular sobre esto de ellos, he de decir. Y me alegra muchísimo. Como os digo, sí de otros periódicos que quieren que pagues por ver su contenido. ¿Qué contenido? ¿Está todo el contenido igual de contrastado? Porque lo que hicimos muchos es ir en redes directamente a la fuente (obviamente sé que cada uno cuenta la película como lo considere. Pero como soy una adulta formada como todos vosotros soy capaz de diferenciar y sacar la conclusión que estos medios no han hecho ni la más mínima comprobación. La diferencia: que ellos no son una cuenta de Tik Tok que mañana cierra y a otra cosa. Ellos son un medio y están queriendo jugar con unas reglas del juego que no le corresponden.
Son como la gente que va en bici pero que quiere ir a veces por la calzada, a veces por la acera. Mira no, o una cosa u otra.
¿Qué eres? ¿Un medio de comunicación con periodistas que se curran su contenido y quieres suscripción por ello? A tope con eso. ¿O eres una cuenta de bulos en redes sociales y quieres fomentar el odio? Pues por eso no me suscribo. Pero cuando quieras que haga caso a uno de tus periodistas para leer algo que hayan trabajado, recuerda que un click antes me estabas contando una milonga que sé que no es verdad.
Complicado.
Con todo esto y sin conocer a Mara personalmente, quiero darle las gracias a ella y a otras como a Paula Fernández @paulefdz, a Teresa López @teresalopezcerdan y Marina Llorca @marinallorca por todo lo que hacen, el hate que sufren por todas y el amor con el que lo trabajan, lo mastican y no dan ni un paso atrás.
Alguien me dijo que seguir a gente gorda en Instagram, estaba demostrado…, que hacía que no perdieras peso. Pues yo sigo a pibones de mujeres y al revés no pasa ¡los abdominales no me salen! Y ni un gramo más tengo… (Y si alguien está pensando que los abdominales hay que trabajarlos es porque inmediatamente al hablar de gente gorda no se os pasa por la cabeza que fomenten el deporte, que salgan haciendo ejercicio y que motiven a ello, que sí lo hacen. Y esto es la gordofobia que todos llevamos dentro)
Así que Mara para mí es casa. Sí, sin conocerla. Es respeto, es amor, es compasión. Sé que podría estar ahora mismo en chandal y con un moño en el sofá con ella contándonos nuestras cosas. Y qué difícil es conseguir eso a través de redes.
👸🏻 Bienvenidas a mi reino: Esta semana en Madrastra sin hijos entrevisto a Lorena Zanón, abogada de familia con más de 16 años de experiencia ayudando a familias con la custodia de sus hijos. Nos habla de una manera muy muy directa sobre todo esto. Ah! y un bonus track al acabar: la exposición de los niños en redes sociales.
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💌 Y si conoces a alguna madrastra que quieras que entreviste ¡escribidme que voy! 🎤